Santo Tomé

Resumen

Fue fundada por los padres Luis Ernotte y Manuel Berthold, ambos sacerdotes jesuitas, sobre la margen derecha del Río Yaguary próximamente a la desembocadura de éste en el Río Ibicuy.


Información

Fundación

Fue fundada en 1632 por los padres Luis Ernotte y Manuel Berthold, ambos sacerdotes jesuitas, sobre la margen derecha del Río Yaguary próximamente a la desembocadura de éste en el Río Ibicuy.

Ubicación

Se encuentra a 387 kilómetros de la Ciudad de Corrientes. 28°33′04″S 56°02′44″O

Características

La primera reducción de Santo Tomé llegó a tener hasta mil quinientos indios, que dirigidos por los dos fundadores fueron allí bautizados y aprendieron a labrar la tierra, sembrando mandioca, maíz algodón y trigo. En todas las reducciones del Tape la alimentación era escasa, entonces los sacerdotes jesuitas Pedro Romero y Cristóbal de Mendoza, resolvieron dirigirse a Corrientes, donde compraron mil quinientas cabezas de ganado vacuno, al estanciero portugués Manuel Cabral de Alpoin.

Segunda fundación de Santo Tomé

La prosperidad de la primera reducción fue interrumpida por una epidemia de viruelas que diezmó a la población y además se produjo una gran proliferación de tigres en los bosques próximos que hizo prácticamente imposible la supervivencia de los indios; así como también volvieron a repetirse las incursiones de los mamelucos, que trajeron nuevamente la muerte, la desolación y el cautiverio en las reducciones.
Los pobladores de la primera reducción de Santo Tomé, retiraron sus cosas y quemaron sus hogares y en caravana larga y triste, abandonaron sus tierras, Ibicuy abajo, en canoas, en balsas rudimentarias y en carretas que rodaban paralelamente al río. En esa forma llegaron al río Uruguay y descansaron ocho días en Yapeyú, para reiniciar su marcha, luchando con las aguas y la adversidad hasta llegar después de penosa peregrinación, a su actual emplazamiento, y aquí los padres Luis Ernotte y Manuel Berthold, fundaron por segunda vez la reducción de Santo Tomé el día 9 de julio de 1638.
La obra civilizadora de los jesuitas fue extraordinaria; la catequización de los naturales fue tarea ímproba; allí aprendieron a labrar la tierra cultivando yerbales y algodonales y fueron instruidos en la cría de ganado. Organizándose grandes estancias.
La reducción llegó a tener en determinado momento quince mil vacunos, dieciocho mil ovinos, ochocientos equinos y otro tanto de mulares.
Los indios llegaron a ser artesanos notables; para el caso podemos citar a Gabriel Quiri, nacido en Santo Tomé, quien fuera un artista consumado, él fundió todas las campanas de las iglesias que existían en las reducciones; modelaba cálices bellísimos; construyó un reloj astronómico que no se diferenciaba en nada con los europeos; construía órganos para las iglesias así como también cualquier instrumento de música de la época.
Fueron guerreros intrépidos, luchando junto a los españoles que desalojaron a los portugueses de la Colonia del Sacramento. En esa expedición participó como jefe del segundo ejército, el indio Cristóbal Capiy, natural de Santo Tomé.
La reducción alcanzó gran prosperidad y como la población se hiciera numerosa, se desprendió de la misma, un grupo de familias que fundó la reducción de San Borja en el año 1690, en el mismo sitio de su actual emplazamiento. La reducción continuó su evolución progresista hasta que sobrevino la expulsión de los jesuitas en el año 1768. La mayoría de los indios volvió a la selva, a su estado de primitivismo anterior y la decadencia llegó como consecuencia.


Mapa

Video


¡Contactanos!